Es impresionante, pero ya han pasado más de dos años desde que una impredecible pandemia
llegó a nuestras vidas para cambiarlo todo. Fue inquietante, angustiante y estresante. No
obstante, y como dice el refrán, “no hay mal que por bien no venga” y aunque en
circunstancias como esta cuesta ver el lado positivo, nosotros agradecemos el aprendizaje
incorporado.
La información es poder y es aún más fuerte cuando nos permite manejar conocimientos que
nos ayudan a entender el futuro; de alguna manera a adelantarnos y así, poder tomar las
mejores decisiones. En un reciente Estudio de Tendencias de INNSPIRAL 2022, destacamos los principales desafíos para el desarrollo sostenible de Chile:
Desaceleración del Crecimiento Económico para Chile y la Región
Según los datos del Banco Central, se espera un retroceso en el crecimiento de entre un 1,5 a
2,5% y una inflación entorno al 7% durante la primera mitad del año, para pasar a un 3% que
se mantendría al 2023. Finalmente, existe una alta presión a las inversiones de largo plazo
debido al alza en la tasa de interés.
Los efectos anteriores significan desafíos grandes para las industrias del país, como lo es el
sector inmobiliario y de infraestructura.
La capacidad de desarrollar nuevos negocios adyacentes al core del negocio serán imperiosos
para que el dinamismo de crecimiento de la industria se mantenga en niveles óptimos y pueda
elevar las expectativas de crecimiento.
Crisis Climática
Chile se ubica en la posición 18 de 164 entre los países que presentarán mayor estrés hídrico
en los siguientes años, afectado principalmente por un aumento del consumo en el sector de
la agricultura y en industrias productivas altamente dependientes del uso de agua, junto a la
sequía provocada por el cambio climático.
Los principales desafíos para abordar la crisis hídrica están en el orden, planificación y gestión
adecuada del recursos, desde políticas públicas hasta tecnologías y modelos de negocio que
hagan frente a la crisis, asegurando el consumo humano y uso productivo.
Transición Energética
Para 2025 se espera que la matriz energética ya no posea generación a carbón, retirando 4,5
GW de potencia instalada (25% del total de la matriz aproximadamente).
Esto conlleva a desafíos adicionales: 1) Integrar 8 GW de energías renovables y 1 GW de
tecnologías de almacenamiento para mantener los niveles de suficiencia de suministros en
niveles seguros; 2) Evitar la generación a diésel para suplir déficit de generación horaria y así
no aumentar los niveles de contaminación; 3) Fortalecer la infraestructura eléctrica de tal
manera de asegurar la no congestión de líneas de transmisión; 4) Reformar el segmento de distribución que abra las puertas a la figura del comercializador de energía y reforzar la
competencia a través de un mejor acceso a la información.
Teletrabajo y Fuerza Laboral
Durante los últimos 2 años se ha visto el cambio en la modalidad de trabajo de cerca del 22,4% de la fuerza laboral. Para el 2022 se espera que es 25% se consolide o aumente en función de
las exigencias que impongan las nuevas variantes del Covid-19. Es por ello que las empresas
deben tomar acción para sumarse a esta tendencia, que se ha comprobado que beneficia a
múltiples segmentos de la fuerza laboral.
Otro aspecto relevante es el fortalecimiento de las políticas de diversidad para la fuerza
laboral, donde la conciliación de la vida familiar y profesional es considerada como muy
importante para 9 de cada 10 mujeres, pero se estima que solo el 55% de las empresas tienen
reales políticas implementadas en este ámbito.
Tener al menos, alguna noción de las tendencias que serán centrales durante este año nos da
dirección. Nos ayuda en el camino del desarrollo y llega a nuestros días como un faro en la
niebla. Sin embargo, y tal como en la analogía del faro, sin un capitán comprometido al timón
del barco, por mucha luz que haya, las direcciones pueden perderse. Esta es una invitación a
construir con información, pero sobre todo, con compromiso en el propósito.