En los tiempos que corren, en que las nuevas tecnologías y entrantes ágiles reescriben las reglas de los negocios, y en que los startups y emprendedores cuentan con más experiencia y recursos para competir -lo que es buenísimo- es esencial para aquellas compañías que ya llevan años de actividad estar pendientes de las señales que pueden afectarlas, tanto positiva como negativamente. Percibir estos signos con anticipación es fundamental para definir cómo gestionar la innovación:
1. Tu mercado dejó de crecer:
Esta es en general la primera señal de que se requiere una estrategia de innovación. La situación se da ya sea porque la demanda ya está cubierta, con una base de clientes estable, o porque su alta rentabilidad en el pasado y bajas barreras de entrada provocaron que otros competidores entraran al mercado, peleando por los mismos clientes. Tanto tú como tus competidores se estancan, y se desesperan peleando market share punto a punto. Ese es un mercado saturado, que lleva a una guerra de destrucción de valor, o una alta tentación a la colusión en algunos casos.
2. Surgen nuevos competidores no tradicionales:
Entrantes que anteriormente no eran tus competidores comienzan a pelearte margen y clientes con una oferta sustituta. Eso demuestra que hay un atractivo en tu mercado que otros ven, pero tu empresa no. Estos entrantes pueden introducir disrupciones en el mercado y traer oferta muy distinta o mucho más barata a clientes que hoy tú no atiendes de forma adecuada, y poco a poco van mejorando su oferta hasta llegar a quitarte la base de clientes ‘regalones’. En Chile, quizá en un inicio la industria de crowdfunding no hará ‘ni cosquillas’ a la banca, pero a medida que su oferta se robustezca y llegue al mainstream atendiendo clientes de forma más ágil y barata, lo más probable es que uno piense dos veces antes de acercarse a un banco.
3. Tu organización es arrogante por el éxito pasado:
Cuando comienzas a oír por los pasillos cosas como “nosotros sabemos cómo se hacen las cosas”, o “siempre lo hemos hecho así y ha funcionado”, a menudo es una señal de que te encaminas hacia el despeñadero. Puedes no estar escuchando otras señales, las tendencias. Siempre es necesario replantearse y desafiar las estrategias de negocios.
4. Propuesta de Valor está ‘commoditizada’:
Uno sabe que esto ocurre cuando tus clientes se cambian de proveedor como quien cambia de camisa. El origen es la falta de diferenciación en tu oferta y de mecanismos de lock-in de clientes para promover su fidelización, lo que incrementa las barreras de salida. Esto te llevará a una guerra de precios donde ganará el comprador, pero no las empresas proveedoras.
5. Replanteamiento de las reglas del juego:
Cuando la opinión pública tiene serios reparos a la forma en que las empresas hace sus negocios. Se rumorean nuevas políticas públicas y en el Congreso se plantean cambios legislativos que afectan algún aspecto clave de tu modelo de negocio. Lo más probable es que ya sea un poco tarde para reaccionar, pero es mejor tarde que nunca. En este caso una estrategia de innovación debe “apuntar las baterías” a anticiparse a estos cambios, y a proveer nuevos escenarios competitivos que garanticen una capacidad de adaptación a estas nuevas reglas.
Por Bruno Serrano, Socio y Gerente de Proyectos de INNSPIRAL