La empresa Goodyear presentó dos nuevos neumáticos desarrollados específicamente para vehículos autónomos en el 86º Salón Internacional de Ginebra que prometen masificarse en un futuro no lejano. Uno de ellos es un neumático esférico que permite a los autos conducir en cualquier dirección y, el otro, un neumático inteligente que lee y responde a las condiciones cambiantes de forma automática. Con el lanzamiento de estos dos conceptos Goodyear ilustra el lado más disruptivo de la tecnología del automóvil, y es seguro decir que la industria está satisfecha.
Un neumático esférico parece mucho a esas pelotas de goma que hemos esquivado en el colegio, excepto que mucho más grande. El Eagle-360, como se denomina, reinventa el concepto de un neumático para autos completamente. En lugar de estar conectado a un eje fijo, el neumático esférico de Goodyear se controla a través de levitación magnética. Esto permite un tipo de conducción hacia los lados que podría hacer que el estacionamiento en paralelo sea un sueño hecho realidad, y también podría llevar al desarrollo de vehículos autónomos más pequeños, ideal para los centros urbanos superpoblados. El Eagle-360 se equipa con un dibujo especial parecido al tramado cerebral y es sensible a las condiciones sin importar la dirección en que el automóvil es desplazado.
El segundo diseño conceptual se llama Intelligrip. Este neumático, también diseñado para autos autónomos, se parece más a un neumático tradicional, pero está equipado con sensores que monitorean las condiciones de la superficie de la carretera y se comunican directamente con el computador que controla las operaciones autónomas del vehículo. Este ‘neumático inteligente’ podría influir en la conducción del vehículo dependiendo de las distintas condiciones.