Si uno quiere llegar a otro sistema estelar, la sabiduría convencional indica que, o bien se necesita una nueva tecnología de propulsión, múltiples generaciones con paciencia o ‘sencillamente’ romper las leyes de la física. Pero si uno no estuviera preocupado por el envío de un ser humano o incluso una nave espacial tradicional al espacio, ¿habría alguna estrategia mejor, más innovadora y más barata? El año pasado, un equipo de científicos liberó un white-paper sobre cómo un equipo láser avanzado podría combinarse con una vela solar para crear una nave espacial impulsada por una ‘vela láser’. En teoría, esto haría posible usar la tecnología actual junto a naves extraordinariamente livianas (starchips) para alcanzar las estrellas más cercanas en el tiempo que dura una sola vida humana. El ‘disparo estelar’.
Las ventajas de esta posibilidad son increíbles:
– La mayor parte de la energía utilizada para este no proviene del combustible que se utiliza sólo una vez, sino de láseres que pueden ser recargados.
– Las masas de las naves espaciales tipo ‘starchip’ son increíblemente bajas, y así se pueden acelerar a velocidades muy rápidas (cercanas a la velocidad de la luz).
– Con el advenimiento de la miniaturización de la electrónica y de materiales ultra-fuertes y ligeros, podemos crear dispositivos utilizables y enviarlos a años luz de distancia.
– La idea no es nueva, pero el auge de las nuevas tecnologías -disponibles y otras prontas a serlo- en las próximas dos o tres décadas – hace de esta una posibilidad aparentemente realista.