Si las empresas de las economías avanzadas invirtiesen un 40% más en investigación y desarrollo (I+D), impulsarían en un 5% el PIB de esos países. Ese es el cálculo que los técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI) han elaborado y puesto sobre la mesa para llamar a los gobiernos a orientar más y mejor sus incentivos fiscales a la innovación, indica un artículo del diario español El País. El mensaje forma parte de uno de los capítulos del informe sobre cuentas públicas que la institución presentó en Washington.
Con el título Políticas fiscales para la innovación y el crecimiento, el informe llama a identificar las medidas que ayudan a mejorar la productividad de los países, grosso modo, que sus economías crezcan más con menos recursos, humanos o materiales. En un momento de debilidad económica global, y con muchas economías con problemas de deuda pública y privada, la institución quiere que las ayudas afinen mejor el tiro hacia aquello que hace las economías más productivas.
“Los gobiernos deberían hacer más por impulsar la I+D”, apunta el documento. Los costos fiscales asociados a ese esfuerzo (el que haría posible un incremento del 40%) se situaría en un promedio equivalente al 0,4% del PIB cada año. “A nivel global, los beneficios de un incremento de la inversión privada en I+D sería mayor como resultado de las derivadas internacionales en conocimiento”, añade el organismo.