La amenaza a la seguridad en los sistemas de información ha ido en aumento, siendo el rubro financiero el más afectado. La vulnerabilidad a los hackers se incrementa en la medida que las organizaciones desatienden este componente y no cuentan con un equipo calificado para defenderse y actuar contra estas violaciones. El riesgo es claro: pérdida de información confidencial y de los clientes, claves de acceso. Quizá más importante, el prestigio de las organizaciones está en juego.
Las motivaciones son varias: