Las startups son las nuevas estrellas en la constelación internacional de la innovación. Actualmente debe haber unos 3.000 de estos emprendimientos operando en nuestro país.
Las startups son emprendimientos innovadores que parten normalmente con un capital menor -inferior a US$ 10.000- liderados por un par de profesionales, la mayoría de las veces jóvenes de menos de 35 años, quienes se hicieron el propósito de crear una nueva solución de alto valor para un problema que tienen millones de personas en el mundo.
La startup puede parecer una pyme, pero no lo es. Una startup nace muy pequeña, pero vive para crecer en forma exponencial y llegar a ser muy grande en poco tiempo, incluso, llegando a ser una corporación que cotiza en bolsas de comercio.
La gran novedad de las startups es que su sobrevivencia depende del éxito que tengan en su innovación, por lo que sus líderes dedican 100% de su tiempo a innovar. Cada una de las aproximadamente 3.000 startups que operan en Chile debe estar empleando a un promedio de cinco profesionales, con lo que podemos estimar que en nuestro país debe haber unas 15.000 personas empleadas en startups, todas las cuales están insertas a diario, y a jornada completa, en un contexto de “innovación para la sobrevivencia”.
Al crear Start-Up Chile, Corfo puso a nuestro país en la mirada de los principales polos de innovación y emprendimiento del mundo, a través de centenares de artículos y entrevistas de revistas internacionales especializadas. Start-Up Chile fue una innovación de clase mundial en gestión pública. El Estado de Chile convoca a emprendedores de todo el mundo a postular para que su startup sea acelerada en este programa que ofrece básicamente US$ 40.000 de capital semilla no reembolsable; visa de trabajo por un período de estadía de seis meses en Chile, oficinas en Start-Up Chile en Santiago junto a otros cien emprendedores de diversas nacionalidades, acceso a mentores y a apoyo para captar inversión privada para escalar el modelo de negocio que desarrollen en el proceso de aceleración.
En cuatro años de operación han postulado 10.400 emprendedores de 112 países y han sido seleccionados y apoyados 750 emprendimientos de 1.500 emprendedores, provenientes de 65 países. Un 20% de estos inmigrantes ha decidido radicarse en Chile. Estos inmigrantes temporales están impactando la cultura de innovación local, contratando a profesionales locales, levantando financiamiento local y protagonizando eventos de innovación en los que han participado más de 150.000 jóvenes chilenos interesados en emprender.
El nuevo gobierno decidió mantener y potenciar Start-Up Chile. Esta es una buena noticia. El impacto en la cultura de innovación que estos inmigrantes emprendedores están teniendo en los estudiantes, profesionales e inversionistas locales se empieza a notar. Los propósitos, creencias, habilidades y conductas de emprendedores de diversidad de orígenes y latitudes está abriendo horizontes en la imaginación de los jóvenes de Chile.
Start-Up Chile tiene aspectos mejorables. El más significativo es que los beneficios han estado demasiado concentrados en Santiago. Sería óptimo que avanzara progresivamente hacia las capitales regionales del país, abriendo horizontes a los jóvenes de nuestras regiones. Chile necesita innovar desde Antofagasta, La Serena, Valdivia o Puerto Montt, y no sólo desde Santiago.