Grandes compañías de rubros distintos se unen para complementar capacidades, en busca de mejores soluciones para un cliente en común. De esta forma los esfuerzos para satisfacer necesidades son unificados, traduciéndose en mejoras en los bienes y servicios. Una tendencia que ha ido creciendo en lo últimos años, y que hoy puede verse en Chile.
Ejemplo de esto son “Mangacorta”, donde diseñadores de todo el mundo pueden subir sus diseños a esta plataforma. Mangacorta vende y produce poleras con estos diseños exclusivos, compartiendo ganancias con sus autores. De la misma manera, Gasco y Servipag co-crearon en Chile un servicio de pago de cuentas y recarga de minutos de celulares en la puerta de la casa del cliente, desde los camiones de reparto de gas.
Esta tendencia contribuirá a la articulación de redes de valor a escala global, potenciando la capacidad de innovar.